Tuesday, October 27, 2009

Maradonna, al que muchos le llaman Dios.

El pedido de una felatio masiva a la corporación periodística efectuado por el técnico de la selección argentina de fútbol, además de constituir un verdadero exabrupto que supera cualquier grosería que la ocasión pudiera deparar, no hace más que revelar la fantasía de Maradona, acerca de cual debería ser la función del periodismo a la hora de relacionarse con él.

En su particular versión del mundo el ex crack argentino sueña con tener al universo a su disposición para lo que él quisiera demandar y su convocatoria al sexo oral periodístico no es más que una metáfora de lo que espera de cada una de las personas con las que se relaciona. En su inmadurez, potenciada por quienes le hicieron creer que es Dios o en todo caso más que este, el gran DT supone que él puede descalificar a todas las personas pero que él no puede ser criticado más allá de sus permanentes contradicciones, caprichos, errores y bravuconadas.

Cuando Argentina perdió 6 a 1 frente a Bolivia en la altura, de no haber sido Maradona el titular del cuerpo técnico de la selección nacional, sus despiadadas críticas hubieran despedazado sin más al eventual colega del combinado argentino. Maradona por cábala evitó jugar en el monumental un 5 de Septiembre por ser esta fecha coincidente con la goleada que los colombianos nos propinaran en 1993, tras ser derrotado en Rosario por Brasil, cabe preguntarse que hubiera dicho él ‘Diez‘ de no haber sido el responsable de esta absurda decisión, acerca de este cambio totalmente infundado.

Luego de ser derrotado en Paraguay por el equipo local, en un partido donde la situación se tornó tan bizarra que Julio Grondona ingresó en el entretiempo al vestuario a arengar a los jugadores, Maradona decidió irse con su pareja durante una semana a un spa en Italia, desenchufándose por completo de una situación que se le había tornado ingobernable. No hace falta tener demasiada imaginación para pensar que hubiera dicho Diego de un episodio de esta naturaleza de haber sido protagonizado por Basile, Pekerman, Pasarella, etc.

Argentina llegó la fría tarde del miércoles 14 de octubre al estadio Centenario precedida de un cúmulo de situaciones desprolijas, reprochables y hasta innecesarias que la prensa argentina en mayor o menor medida señaló tal como es su misión. El día del partido contra Perú en el estadio de River, el equipo ganó agónicamente con un gol viciado de nulidad que pudo haber quedado rápidamente en el olvido de no haber sido por un travesaño providencial que confirmo que a los peruanos tal como dice el tango ‘ni el tiro del final‘ les salió bien.

Después de haber utilizado más de medio centenar de jugadores, muchos de los cuales dejó de convocar sin demasiada explicación, mientras que a otros siguió recurriendo, sin demasiada justificación, Maradona llegó a la fecha final de las eliminatorias con riesgo cierto de quedar afuera del mundial y con performances futbolísticas tan mediocres que llamaron la atención de los más entendidos. La pobreza de resultados y la carencia de rendimientos satisfactorios no pudo ser obviada con cierta dificultad, aún por la prensa más obsecuente.

Una victoria mezquina, merced a la única situación de peligro, generada por el equipo en 90 minutos, más allá de la mejora ostensible de algunos de los jugadores, no puede ser motivo de orgullo y mucho menos de soberbia de quien lejos de hacer autocrítica y admitir sus constantes equivocaciones, encontró en el ‘enemigo‘ la razón de sus pesares.

Es de desear que Di Ego Armando Maradona, diluya su voluminoso Yo y entienda que los demás siempre son una excusa y que somos nosotros los que debemos hacernos cargo. Si esto sucediera recuperaríamos a Diego Armando Maradona, a quien muchos ingenuamente creímos espiritualmente preparado para la tarea que por años pidió y ahora permanentemente amenaza abandonar.

Cuando el infierno se instala en nuestro interior, nada de lo que viene de afuera logra calmarnos, seguramente ni siquiera la concreción de la orgía oral reclamada una y otra vez en conferencia de prensa global. El vacío espiritual no se llena con nada material, Maradona ha sido hasta ahora una prueba irrefutable de esto, ojalá muy pronto pueda encontrar sanación para su herida interior que no para de sangrar. Tal vez sea este, el ‘mundial‘ más importante de su vida, campeonato al que los argentinos queremos que Diego clasifique de una vez por todas.

Fuente: Diario UNO
http://www.diariouno.com.ar/contenidos/2009/10/20/noticia_0062.html

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